Me he quedado loca. Bueno,
para ser sinceros había ya caldo de cultivo en mi cerebro para llegar a ese
estado, pero lo que escuché ayer en la radio ha sido definitivo para terminar
de rematar la locura. Venía en el coche escuchando RNE1, que es de lo poco que
se pilla en determinado tramo de mi trayecto cole-trabajo, y radiaban una
entrevista-alabanza-besada de anillo que hacía un señor de cuyo nombre no
quiero acordarme (no, en serio, no quiero) a Juan Antonio Martínez Camino,
actual secretario de la Conferencia
Episcopal.
Trataban, como manda la
actualidad, el tema de la asignatura de religión que la ley Wert (que suena a
postulado científico, pero nada más lejos de la realidad) ha colocado muy cerca
de las asignaturas troncales. Explicaba el señor secretario que la asignatura
de religión es muy distinta de la catequesis porque lo que se va a
estudiar en la escuela es un punto de
vista teológico y científico de la religión y su importancia en asuntos como la
creación y la historia del mundo. Y es que yo seré muy mal pensada y muy
coartadora de libertades y muy nazi y todo eso, pero a mi esto que dice este
señor (que es su muy respetable punto de vista) me suena a una cosa que se
llama Creacionismo y que da un miedo de cagarse.
El primer problema que yo le
veo a la tesis que plantea la Conferencia
Episcopal para defender la conveniencia de incluir la
religión como (cito a Martínez Camino) “asignatura seria” (es seria a partir de
ahora, que por lo que parece antes esta asignatura era el cachondeo padre) es que
equiparar religión con ciencia, porque las dos asignaturas explican el mundo,
es poco mas o menos como equiparar a Belén Esteban con Letizia Ortiz porque las
dos son princesas. Lo dicho, un cachondeo.
Y el segundo problema viene
con el tan enarbolado tema de la libertad y el derecho a elegir que tienen los
padres católicos. Efectivamente si una persona tiene a la religión como núcleo
de su vida y quiere educar a sus hijos de igual modo, está en su derecho de
elegir un colegio en el que se respeten sus creencias y le den la opción elegir
una asignatura acorde con su fe. El problema es que hay unas 10 religiones principales
en el mundo que se ramifican en un número muy elevado de grupos religiosos,
todos ellos igualmente respetables y todos ellos con igual derecho a la
educación. Y solamente seis horas de clase al día. A ver si con la ciencia
teológica se soluciona esto porque con
la ciencia matemática no hay manera. No es posible que en un colegio público
demos cabida a todos los derechos a elegir porque si bastante lío tenían ya los
profesores con dar las ciencias en inglés me vas a explicar ahora cómo meten
las clases de matemáticas entre religión católica a primera hora, budismo
majaiana después de gimnasia o rastafari de quinto entre protestantismo y
lengua.
Lo ideal sería que los
colegios públicos fueran laicos y los colegios religiosos privados, y que la Iglesia becara a aquellos
niños que no se pudieran pagar el acceso al colegio religioso católico privado
(y quien dice católico dice musulman, sij o cienciólogo) a fin de que hubiera
igualdad de condiciones para todos. Actualmente la gran mayoría de padres católicos
llevan a sus hijos a colegios católicos y pagan por ello. La libertad de elección
de estos padres no ha sido coartada en ningún momento.
Pero esto es lo ideal para mí.
Lo ideal para el gobierno parece ser que es meter a capón una hora de religión
( o de alternativa para los “moritos”) quitando tiempo que se aprovecharía
mejor aumentando una hora a la infame asignatura de conocimiento del medio, que
ha reducido alarmantemente los conceptos de historia, geografía, biología o
geología que reciben los alumnos de primaria. Aunque claro, eso sería enseñar
ciencia de la mala, de la que no sirve para nada, de la que te deja en el paro
incluso si eres el mejor físico de Europa o si trabajas en el equipo médico más
puntero del mundo.
De esta manera, alejándonos
del sentido común hasta límites nunca explorados, quedará en manos de las
familias la explicación de la fotosíntesis, la batalla de Lepanto, la formación
de las cordilleras o los ríos de España y en manos de los profesores la creación
del mundo en seis días, el diluvio universal o la resurrección cuando debería
ser precisamente al revés. Muy lógico todo.
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comentarios
Comments ( 7 )
Estoy de acuerdo contigo. Ese planteamiento es de locos.
Yo tuve un profesor de religión en el instituto que era fantástico. Nos enseñaba historia de la religión, empezando desde las religiones primitivas y relacionándola en muchos casos con la filosofía.
Y yo sí creo que debería darse religión en los colegios públicos, pero de un modo secundario y enfocada de otro modo. Enfocada como historia de las religiones. Y haciendo mucho hincapié en abrir mentes y desarrollar la tolerancia. Explicar a los chiquillos historia de la religión en todo el mundo, que entiendan por qué tenemos vacaciones en Semana Santa, qué significa la Navidad, qué es el protestantismo, tradiciones musulmanas...
Y, por supuesto, que los profesores de religión no los pusiera la Iglesia, sino que fueran teólogos, filósofos o historiadores que hubieran aprobado una oposición, como todos los demás.
Esta es mi humilde opinión, claro.
Besos.
Pienso que un número muy grande de padres católicos prefieren que sus hijos den mas horas de ciencias a que les enseñen religión en el colegio, porque para aprender religión pueden ir a la Iglesia. Tengo una amiga que es catequista y ella misma decía que sería bueno tener clases de historia de la religión pero la catequesis los domingos en la iglesia. El problema es que la asignatura de religión es religión católica y punto. Es volver a los años 50
Gracias madre ninja por poner por escrito lo mismo que pienso yo y que no habría sabido explicarlo tan rebién. Yo también tengo el "gusto" de tener que escuchar RNE un tramo hasta mi casa y de verdad, esto es como si estuviésemos "involucionando"...
Lo dicho, gracias.
Lo que nos pasa en esta Essnnnpahññña nuestra, es que no hemos tenido nuestro 1789 de francia, o sea, la guillotina cortadora de regias cabezas, la Ilustración y el Enciclopedismo, así estamos...
Muy buen post, los puntos sobre las ies con el mayor de los respetos (y te lo dice uno cuyo hermano va a ir al seminario). Estoy plenamente de acuerdo en que los colegios públicos deben ser laicos, no estabamos en un estado aconfesional? Pues eso.
Me parece de miedo esto la verdad, no se como se puede considerar que esa asignatura es igual de importante que las matemáticas o que las ciencias, estamos majaras si pensamos que aprenderán cosas útiles, a no ser que quieran ser curas o monjas en su vida. Muy buena tu reflexión.
Besos
Ay...que.miedo da pensar donde vamos a llegar o mejor dicho donde nos van a llevar...nuestros hijos son el futuro y me temo q algun dia nos lo echaran en cara
...enhorabuena madre ninja, igual me troncho de risa con tus historias q nos pones a todos serios con temas tan importantes como este de la educacion de os hijos...besos ..eva