Mi hijo mayor, a sus apenas
seis años, está ya entrando en la adolescencia. El primer síntoma de que esto
es cierto y no se me ha ido a mi la cabeza mezclando paracetamol y pastillas
ricola (por cortesía de la farmacéutica, que dice no puedo tomar strepsils, por
el embarazo, aunque el médico de mi empresa, mas conocido como Dr. Just for Men
o Dr. Pelucas, dice que si), es su afán por llevarme la contraria y decir que
no a todo.
No hay nada mas adolescente
que ese negacionismo que le lleva a cerrarse en banda ante propuestas tan
variadas como “vamos al parque”, “hoy hay tortilla”, “bajamos a la playa” o “
te he traído cromos”. NO. Y punto. Le
digas lo que le digas es que no, y al no le sigue la cara más larga que puede
poner. El paso siguiente es un castigo, porque para chulo mi pirulo. Pero como
está ya muy cerca del nirvana y se ha desprendido de todas sus posesiones
materiales, ya que a todas dice no y ninguna le interesa, cada vez es más
difícil de castigar.
La cosa va más o menos así:
-
YO: Venga, nos
vamos un rato al parque ( no he acabado de decir “ parque” y el Rubio está va en la puerta
subido en la bici)
-
MAYOR:¡ Nnnnnno!
( alargando mucho la N ,
que jode más)
-
YO: ¿Pero por que?,
Si llevamos la bici, y van a ir tus amigos
-
MAYOR: ¡Porque
nnnnno! ( 0% de razonamiento lógico+100% de alargamiento de la N = cabreo materno)
-
YO: Pues nada,
te quedas en casa solo, pero sin cromos de Pokemon y sin juegos
-
MAYOR: Pues
vale, pues me quedo solo, que es lo que quiero ( si claro, y sacar unas
litronas y ponerle un wasap a los colegas para que se vengan)
-
YO: Pues venga,
yo me voy, aquí te quedas ( órdago a la grande)
Me voy a la calle, cargo las
bicis, cargo al Rubio, me meto en el coche y arranco. En ese momento aparece
por la puerta, enfadado y agarrado a sus cromos de Pokemon.
-
MAYOR: Voy, pero
porque vienen mis amigos nada más.
Arranco el coche, no sin
antes dejar un arañazo en el salpicadero que ni un tigre de Bengala, oiga.
Después de dos horas en el parque, pasándoselo como un enano y yo aguantándome
el muy materno “ya te lo dije, si luego en el parque te lo pasas muy bien” toca
volver.
-
YO: chicos, a
casa
-
MAYOR: ¡Nnnnnno!
Es desesperante. No se si es
una fase o si esto ya va para arriba y la adolescencia está a un par de meses
de distancia. Yo por si acaso le reviso las axilas, no vaya a aparecerle el
pelo y me he apuntado al casting de la próxima temporada de Hermano Mayor por
si me vienen mas dadas. Me planteo llevarle a que le vea el médico, voy a
pedirle cita al Dr. Pelucas, con la edad que tiene (pese a esa sospechosa mata de pelo negro que
me gasta el buen señor) seguro que sabe
darme alguna solución. O un buen quita arañazos para el salpicadero del coche,
algo es algo.
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