Seguramente hayan visto ustedes alguna vez un bicho de estos

 
 
 
Yo he visto muchos, yo veo muchos. A diario, en el salón, en la cocina, en el coche, en la cama. Los veo por todas partes. ¿Soy una loca obsesiva y paranoica? Seguramente si, pero esa no es la cuestión,yo veo a estos bichos de verdad, no son alucinaciones.
 
El primero de estos KikoNikos apareció en mi vida hace cinco años, poco después de nacer el Mayor. Alguien fue al Imaginarium con la sana intención de traer un regalo mono para un bebé recién nacido y compró el peluche de marras, que, además de suave y amoroso, es un juguete de esos que favorecen la aceptación por la diversidad y la integración de los discapacitados y cosas de esas que a los niños les dan exactamente igual porque ellos juegan con cualquier niño, perro o ratón tengan o no una oreja mas grande que otra o un costurón en un brazo.
 
El caso es que alguien nos regaló el peluche y este fue ignorado  totalmente por el Mayor, lo que acarreó su condena al internamiento en un baúl en el cuarto de juegos. Dos años, seis meses y un día mas tarde nació el Rubio y el peluche ya rehabilitado pudo volver a integrarse en la sociedad. Al contrario que a su hermano, al Rubio el ratón le moló mogollón y decidió arrastrarlo de un pie como muestra de amor incondicional. Comía con el, dormía con el, lo enterraba en el arenero del parque, insistía en bañarse con el, lloraba porque no podía bañarse con el y se lo llevaba a la guardería cada día.
El cuello del Kiko Original empieza a perder facultades 
 
Temerosa de perder al Kiko en cualquier parque y convertir la vida de mi hijo en un infierno, decidí comprar otro Kiko de repuesto que además hiciera de doble de cuerpo cuando el Kiko original tuviera que pasar por la lavadora (cada tres días aproximadamente). Pero El Rubio se pispó de que en realidad había dos Kikos y como casualmente tiene dos manos,llegó a la conclusión de que podía arrastrar dos Kikos simultáneamente, lo que le convertiría en el campeón mundial de arrastramiento de Kiko y quien soy yo para frenar una fulgurante carrera deportiva. Compré un tercer Kiko y lo escondí.
 
Los Kikos son transportados generalmente así
 
 
Y así vivíamos felices y comíamos perdices hasta que una tarde en casa de unos amigos ocurrió lo inevitable: se perdió un Kiko. Presa del pánico intenté distraer al Rubio con todos los medios a mi alcance mientras los demás buscaban infructuosamente al Kiko. Finalmente aparecieron con un Kiko similar que tenían por casa, más pequeño y con alas, que fue muy bien recibido y bautizado desde entonces con el nombre de Kikobebépuedevolar. Al día siguiente, bajo una montaña de juguetes apareció el Kiko perdido. Si van echando la cuenta les saldrán ya cuatro Kikos.
Kikobebepuedevolar siempre viaja seguro


Una tarde me encontraba yo con los niños en el centro comercial de mi pueblo, conocido popularmente como Elcarrefur, tratando de que quemaran energía o alguna otra cosa después de una semana de lluvia y en un mas que notable estado de enajenación mental que mis hijos aprovecharon para arrastrarme al interior de un Imaginarium por la puerta pequeña y obligarme a comprarles algo ya que el día anterior habían recogido la cocina. El Mayor me pidió un dinosaurio y creo que no tengo que decir lo que pidió el Rubio. El Kiko negro es el último de nuestros Kikos por ahora, porque según el nos faltan el Kiko rosa y el Patokiko. Y llegarán, no me cabe duda, yo ya les estoy esperando en el porche, sentada en mi mecedora de mimbre con los ojos inyectados en sangre mientras acaricio
mi escopeta de perdigones. Llegarán.

 
¿Veis cómo me están mirando?

Comments ( 11 )

On 7 de mayo de 2013, 5:53 , Pilar / MamásFullTime dijo...

¡¡Hay amiga, cuanto sufrimiento y resignación esconden tus palabras!!
Nunca y digo Nunca con mayúsculas (y no porque sea inicio de frase... bueno, también...), insisto Nunca podrán recompensar todo tu amor maternal con todos sus caprichos malintencionados y sus obsesiones manifiestas.
Ya sabes donde tienes un hombro en el que llorar, por cierto que la próxima vez ya si eso me llamas y nos vamos los 7 al carrefur...

PD.- Y en serio... me ha encantado lo d que a los crios los prejuicios como que les importan un flus!! Gran verdad!! :-)

 
On 7 de mayo de 2013, 8:34 , Pru dijo...

Pues sí que tenéis una buena colección!!! Yo no sabía que bicho era Kiko, pero la verdad que viendo a tu hijo con él lo veo un peluche de lo más apañao... aunque ya sueñes con ellos de ver toda la colección por casa!

 
On 7 de mayo de 2013, 9:43 , Blanca dijo...

Yo a este le veo en su luna de miel agarrando al Kiko,y si no al tiempo. Y hay que valorar que el carrefur es un gran sitio que tiene ludoteca donde aparcar a los niños mientras nos tomamos unas cañas

 
On 7 de mayo de 2013, 9:44 , Blanca dijo...

Es majo,pero en mi casa ya son como una plaga!!!

 
On 7 de mayo de 2013, 11:06 , Unknown dijo...

Jajaja, me parto y me mondo... me ha encantado, que sepas que estás en mi blogroll compartiendo cartel con varias preciosuras de la blogosfera. Y que tengo los mismos cojines de Ikea. Pasante por www.historiasdemissairgam.blogspot.com
Besos

 
On 8 de mayo de 2013, 8:55 , Anónimo dijo...

Seguro que siguen ampliando la colección para que ya no quepáis de verdad en casa. ¡Cuántos tenéis!

 
On 8 de mayo de 2013, 12:34 , Sermadrememata dijo...

Jajaja! Cómo te entiendo. Nuestro Señor Ermo se hizo adicto al KikoNico pequeñito de las alitas, la "limited edition" de la Navidad 2011 que me regaló mi hermano cuando aún estaba embarazada. Aprendió a dormirse con él y se lo llevé a la guarde en su día para ayudarle en las siestas. Pero claro, en casa hacía falta otro y así entro el KicoNico grande. Y ¿cómo lo utiliza? Pues le abraza y le monta literalmente encima. Una cosa aparentemente incómoda pero que a él le ayuda a conciliar el sueño. No podemos vivir-dormir sin él.

 
On 10 de mayo de 2013, 13:21 , Anónimo dijo...

Qué buenos tus textos, gracias.

 
On 16 de mayo de 2013, 13:53 , Mami Cool dijo...

¡Jajajajaja! ¡Muy bueno! A mi me pasa lo mismo con los dudus (los muñecajos para dormir); cada uno tiene su favorito y también los tengo de repuesto, así que tengo conejos y pollos con cresta descolorida por todas partes!... En una de estas monto una granja peluchoide y los exilio...

¡Me gusta tu estilo, felicidades!
Mami Cool
http://mamicool19.blogspot.com.es/

 
On 18 de mayo de 2013, 1:14 , Unknown dijo...

Juleeee eso es colección y lo demás tonterías. Nosotros tenemos en negro pero no le hace ni una miajita de caso, pasa de el, en general de todos los peluches. Igual algún día te lo llevo para que el negro tenga un hermanito :P que veo que te gustan jajajajja

 
On 28 de mayo de 2013, 5:37 , Asilef17 dijo...

Hola Madre Ninja. No suelo comentar pero te leo a menudo. Hoy me has conmovido. Tu historia de los Kikos es la definicion exacta de una palabra francesa que no existe en España. Tu hijo tiene un "doudou" (dudù) que se llama Kiko! Estos lazos afectivos son taaaaan tiernos... Un saludo.