Todo el mundo sabe cómo tiene que ser una buena madre; lo sabemos básicamente porque lo vemos en la tele y si lo dicen en la tele tiene que ser verdad. El problema es que, aunque sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer, muchas veces no lo hacemos, lo que nos convierte inmediatamente en malas madres. Veamos unos ejemplos prácticos:


MADRE IDEAL
MALAMADRE
Aspecto físico: Tres días después de dar a luz aparece en el desfile de Victoria´s Secret con un mini-bikini
Aspecto físico: Tres años después de dar a luz aún arrastra una lorza rebelde que ha venido a quedarse
Alimentación: Prepara la cena de sus pequeños con productos biológicos mientras ella es fiel seguidora de la dieta macrobiótica asegurando siempre que “yo como de todo, me encanta el chocolate”.
Alimentación: Para evitar que los niños le armen un motín porque es el tercer día que cenan tortilla francesa hoy ha decidido pedir pizza, con toda su grasa y su harina refinada.
Transporte: Conduce alegremente su todo terreno último modelo con los tacones de quince centímetros mientras los niños cantan al unísono en el asiento de atrás y ella los mira sonriente por el retrovisor.
Transporte: Con una mano sujeta el volante en un escorzo imposible porque estira la otra hacia el asiento de atrás para evitar una pelea, para ponerle la pajita a un zumo o para coger el rayo maqueen que se ha caído al suelo.
Trabajo: Trabaja como directiva en una importante empresa, pero siempre tiene tiempo de desayunar con sus hijos en la cocina y de llegar a tiempo a casa para hacer la cena.
Trabajo: Para evitar perder su trabajo en un sitio de mierda con un horario de mierda ha aceptado una reducción de jornada que lleva a su sueldo a la misma categoría: de mierda.
Educación: Sus niños son tan maravillosos que se entretienen haciendo manualidades (crafts, mejor dicho) y así ella tiene tiempo para darte consejos a ti de cómo educar a los tuyos.
Educación: Aproximadamente cada tres minutos tiene que dar un berrido en respuesta a un llanto, una patada voladora o un cristal roto. Y como mínimo una vez al día tiene que contar hasta tres para no usar la técnica milenaria de sacar la zapatilla y lanzársela a alguno.
Sexo: Cada noche, después de salir del baño con su camisón transparente.
Sexo: Es probable que hubiera algo de eso la semana pasada, pero no lo recuerda porque estaban tan cansados que lo mas fácil es que se durmieran nada mas meterse en la cama.
Tiempo libre: Si
Tiempo libre: No




Una cosa: Si la gran mayoría de nosotras somos malasmadres, ¿por que no damos un golpe de “establishment” y dejamos de auto-imponernos modelos imposibles?

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