El Ninja debe permanecer impasible ante las provocaciones externas, abstrae su mente y deja de escuchar.

Cualquiera que tenga un niño o una niña de entre tres y cinco años en casa puede comprobar que en el top-five de las palabras mas repetidas por los mini individuos siempre están caca, pedo, culo y en mi casa últimamente la palabra estrella: tetas o, en su variable Pajares-Esteso, tetorras.

Lo repiten constantemente, es imposible preguntarles algo sin que echen mano del culo o de los pedos: “¿Qué tal hoy en el cole?” “Bien, he enseñado el culo y me he tirado un pedo” “¿y la profe que te ha dicho?” “se ha tirado otro pedo”. Esto anula las conversaciones del todo, porque, si  quiero sacar algo en claro de lo que hablo con mi hijo,  o asumo que la pobre profesora tiene aerofagia y que lo único que pasa en esa clase es que la mujer se tira un cuesco tras otro sin control, o acepto que él sólo encuentra interesante el tema de las excreciones y me tengo que plantear sacarle de tenis y apuntarle a algún curso de  diagnóstico a través de la caca, medición de gas metano o análisis de orina.

Lo que no sé es de dónde lo sacan y como llegan a la conclusión de que es divertido. No es que esté diciendo que yo en casa no diga tacos, que los digo, pero si los sacaran de nuestras expresiones habituales no dirían caca y pedo, dirían más bien hostias, mierda y joder, que es lo que mas se me escapa a mi o, pásala ya hijodeputa que es lo que se oye en casa últimamente con el tema de la Eurocopa.

Y así se pasan las tardes, el Mayor con su mantra escatológico seguido por El Rubio, que apenas sabe hablar, pero que ha aprendido palabras como “culo”, ” pedo” o “tetas”, mucho antes que otras que podrían ser más útiles como “socorro”, “golpe” o “sucio” ( no, pensándolo bien no necesita esas palabras, ni pide socorro, ni le molesta darse golpes ni le importa lo mas mínimo estar sucio, a el le interesa mas aprender “ martillo” ,“ sierra de calar” o  
“ desfibrilador”  )

Por supuesto, esta afición solo trae problemas a la Madre Ninja. Con lo bonito que hubiera sido que, cuando se le acercó en el supermercado aquella señora a decirle “ay, que guapo es este niño” el hubiera contestado recitando algunos versos de la Canción del Pirata de Espronceda y no “vieja, enséñanos las tetorras” mientras el Rubio se carcajeaba con la boca llena de aspitos. Muy punki todo.


Pd: ¿A que os habéis descojonao leyendo esto? ¿Y aún os preguntáis por qué encuentran los niños tan divertido el tema del culo y los pedos?

Comments ( 3 )

On 3 de julio de 2012, 7:07 , Emma dijo...

¡Cómo no nos vamos a reír!y los niños ya ni te cuento...¡vaya madre cachonda que tienen! Por cierto, por lo que cuentas, el Rubio me recuerda a Dexter, habrá que vigilarle :)

 
On 4 de julio de 2012, 1:31 , Blanca dijo...

El Rubio, bien reconducido, lo mismo acaba como el de bricomanía. Mal reconducido...estaré vigilando.

 
On 14 de julio de 2012, 15:22 , Tita dijo...

jajajajaja sí!!! me he descojonado!!!